viernes, 14 de agosto de 2009

SAN JOSÉ

PUERTO SANTA ROSA DE LAMBAYEQUE EN 1821

Desde su fundación a la ciudad de Lambayeque llegaron a residir acaudalados terratenientes y grandes empresarios, el movimiento comercial en esta urbe desde el XVI no sólo ha sido agrícola y ganadero; se instalaron factorías que también exportaban sus productos a varios países y grandes casas comerciales que importaban diversos artículos tanto de América, Europa como de Asia.

La actividad portuaria se desarrollaba en la confluencia del río Lambayeque con el Océano Pacífico en el lugar denominado “Caleta de Lambayeque y su puerto era conocido como la “Rada de la boca del río Lambayeque”, lamentablemente no se contaba con la infraestructura portuaria, el embarque y desembarque se hacían en alta mar, las mercaderías eran depositadas en la playa y al aire libre; con este sistema de cabotaje se trabajó durante muchos años.

Los españoles tenían en mente cerrar algunos puertos que no tenían la habilitación como tales, en esta lista incluyeron a nuestra Rada; para poder lograr su objetivo de clausurarlos abrieron una investigación de posible fraude económico a los comerciantes que utilizaban estos puertos. Por razones políticas incluyeron a Juan Manuel Iturregui; los realistas sabían, sin poder comprobar de la actividad patriótica que desempeñaba, durante el proceso de investigación no le pudieron encontrar indicios vinculantes con estas actividades ilícitas, pero en la correspondencia oficial, a muchos de los investigados, se les tildaba de contrabandistas; la venida de Ejército Libertador distrajo la atención de los españoles, la investigación se truncó y las faenas en la Rada siguieron desarrollándose con toda normalidad.

Cuando San Martín tomó las riendas del país, se preocupó por dar una legislación para que las actividades que desarrollaban los peruanos se desempeñaran dentro de los parámetros legales y que, finalmente permitieran al país salir adelante; la base fundamental han sido y serán siempre los ingresos, por lo que era necesario que todos los comerciantes e industriales pagaran los tributos establecidos.

En la ciudad de Huaura el 12 de febrero de 1821, su gobierno emitió el “Reglamento Provisional”, en sus artículos 24 y 25 se encontraba la legislación referente a la actividad portuaria nacional y se determinaba que los puertos menores que podían seguir en actividad eran los de Paita, Pisco y Huacho, excluyendo y cerrando la “Rada de la boca del río Lambayeque” y el “Puerto de Pacasmayo”, este dispositivo buscaba dar, a este sector, puertos en donde a las embarcaciones en general se les pudiera ofrecer las mejores facilidades técnicas que había en esa época y así poder controlar la evasión tributaria.

Los lambayecanos se mostraron preocupados por esta exclusión, comerciantes, hacendados y muchas familias que dependían de estas actividades, protestaron porque se vieron afectados en sus ingresos, programaron una reunión para el día 22 de marzo de 1821, con el fin de redactar y elevar un memorial, en donde se solicitaría al Gobierno habilite la Rada aduciendo que ir a los puertos de Paita o al mayor de Huanchaco, encarecería no solo el producto alimenticio, sino también el resto de mercaderías que se fabricaban en la zona o la que tría del extranjero.

El documento que fue firmado por los vecinos y apoderados de los comerciantes de Lambayeque, manifestaba lo siguiente:
“Ella (Lambayeque) se comunica con Guayaquil y Panamá a cuyas plazas remite azúcar, cajas de dulce, colchas, sombreros y petates de paja, y hasta uvas de que carecen los guayaquileños, conducidas por los peruanos en unas balsas que navegan admirablemente a orilla de la costa.
A Lima provee de arroz, jabón, cordobanes y algunas manufacturas de algodón y paja; retornando de la costa del Norte: cacao, madera, pitas, cera, cocos y demás frutos de aquellos países.
Obstruido este comercio por la inhabilitación de dichos puertos, la provincia de Lambayeque sufriría un golpe mortal de que no es acreedora por sus grandes méritos patrióticos.
Recuerde V. E. que ella proclamó la independencia el 27 de diciembre, es decir un día antes que su capital Trujillo y para el sostén del Ejército Libertador y su armamento ja erogado con setenta mil pesos en efectivo, y lo que no es calculable en ropa, caballos, arroz, jabón y cordobanes, sin perdonar a los propios vecinos que en número de 500 hombres marcharon bajo el estandarte de la patria”.

El memorial fue tramitado y finalmente denegado por el Gobierno el 22 de enero de 1822, argumentando que podrían ir al puerto de Pacasmayo, que a la fecha ya había sido habilitado. Hay que considerar que era tiempos difíciles, el transporte se realizaba en carretas y en mulas, y por la guerra eran escasas ya que el ejército las confiscaba.

Es loable la constancia que tuvieron los lambayecanos, ya que en ningún momento dejaron de luchar por tener su propio puerto. Entre los años 22 y 23 trasladaron las faenas de embarque y desembarque del lugar conocido como la “Caleta de Lambayeque” a una playa conocida como “Santa Rosa”, su empeño fue finalmente premiado, ya que el Gobierno oficializó su funcionamiento, incluso le otorgó las respectivas rentas.

El 4 de enero de 1825 Teodoro Martínez, capitán del puerto de Santa Rosa de Lambayeque, solicitó a la superioridad que se le aumente el personal de resguardo a su cargo, con el fin de combatir el contrabando y el cuidado de los bultos. Al carecer este puerto de infraestructura portuaria, se requería también de la construcción de una oficina, bodega o un almacén en donde depositar la mercadería, y así evitar los robos o0 posible fraude. Luego de los informes respectivos tanto del Intendente de la provincia Manuel Urquijo, como del capitán del puerto, se le concedió la plaza al ciudadano Agustín Noriega.

El general Andrés de Santa Cruz emitió el 26 de setiembre de 1826, un Decreto habilitando el puerto Santa Rosa de Lambayeque, a la categoría de menor. Además creaba un colegio de Ciencias y Arte en la misma ciudad, teniendo como presupuesto la partida que se otorgaban a los arruinados conventos de saña. El Prefecto del departamento L. M. Orbegozo, dando cumplimiento a lo dispuesto en el Decreto antes señalado, el día 23 de octubre de 1826 se constituyó a este puerto y en ceremonia especial entregó la autógrafa que habilitaba a la categoría de menor; en su discurso expuso las ventajas que ofrecía a los comerciantes de la zona en la exportación e importación de mercaderías y que también se hacía a solicitud de los vecinos de la ciudad de Lambayeque, ya que esta habilitación permitiría dar ocupación a muchas más personas.

Al haberse habilitado el puerto a una categoría superior, el 20 de enero de 1827 se apertura la Agencia de aduanas de Lambayeque, nombrando como su primer administrador al ciudadano José Laca.

El prefecto del departamento José M. Lizarzaburu visitó Chiclayo a principios del año de 1839, la finalidad de su visita era la de empadronar a personas residentes o foráneas que no tenían un bien inmueble propio en donde vivir, y obsequiarles uno de los lotes que habían en un terreno baldío de propiedad del Estado ubicado en el lado Oeste de la ciudad, está era una modalidad que se utilizaba en aquellos años para incrementar el número de habitantes e iniciar un periodo de expansión urbana en las ciudades. Durante esta ceremonia de entrega de los lotes. Anunció que solicitaría a la superioridad, que el puerto Santa Rosa de Lambayeque sea elevado a la categoría de mayor, promesa que cumplió el día 6 de mayo de 1839, cuando presentó un informe favorable al Ministerio respectivo.

Ha sido una sorpresa encontrar dentro de los archivos oficiales, que el día 12 de mayo de 1842 por Decreto Supremo Nº 1242, se elevó al puerto San José a la categoría de mayor. Simplemente desapareció el nombre Santa Rosa y en su lugar apareció el de San José. El día 13 de abril de 1843 se apertura la Aduana del mismo puerto, quedando subordinada a la Tenencia de Lambayeque y Pacasmayo. Este puerto se fue poblando paulatinamente a través de los años y fue usado por los comerciantes de esta zona, hasta que entró en funcionamiento el de Eten. No hay que olvidar que ya existía la caleta Santa Rosa como anexo de Monsefú.

No ha sido posible determinar si los lambayecanos presentaron un expediente o una solicitud, con el fin de cambiar el nombre del puerto. Las informaciones oficiales encontradas hasta antes de 1842, sólo se refieren al puerto Santa Rosa de Lambayeque, pero a partir de esa fecha aparece el nombre de san José y con el titulo de mayor.

Esta sería la historia del puerto San José, ya que no he encontrado nada con referencia a este puerto hasta antes de 1842, ya el historiador Claude Collin Delavaud, en su obra titulada “Las regiones costeñas del Perú septentrional” publicado en el año 1984, con referencia a San José manifiesta que. “Su transformación en una caleta de pesca se remonta, como San Rosa, a la segunda mitad del siglo XIX”.

Esto fue un indicio para ampliar la investigación y se ha logrado ir más allá, encontrar que hay referencias de este puerto desde el año de 1825, queda por seguir investigando, ya que en historia no se puede decir que se ha dicho la última palabra.

 Eric Mendoza Samillán
Del libro “Lambayeque en el siglo XIX”


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